Dicen que ser padre es difícil, pero no toman en cuenta que tan complicado es ser hijo, por ejemplo: tu mamá rompe un plato y no paso nada, luego, tu rompes el vaso que nadie usa y te lo van a estar recordando por el resto de tu vida, o al menos te vas a llevar un buen regaño cuando tu mamá decida regalarle cosas que en tu casa no usan a la señora que pide limosna en la iglesia y se dé cuenta que ese falta.
Que tal ese día cuando raspaste, es ley, nadie te salva: "¡Pero papá! Todos salieron mal, y todavía tenemos dos exámenes mas que presentar." "¡A mi no me interesan los demás Fulanito, ¿Sabes la fiesta que estuviste esperando toda tu vida? Ya no vas, te quedas estudiando en la casa para el próximo examen." "Papá, es viernes, la fiesta es mañana y todavía no tenemos materia para el siguiente examen." "No me interesa, lo sacas del libro" y ni siquiera tienes libro de la materia; pero espera a llegar con una buena nota y te lanzan la pregunta: "Te felicito, y ¿Cuanto saco Menganita?" Y lo que te provoca es tatuarle la nota de Menganita en la cara, respiras, y a pesar de que te sepas las notas de todo el salón, sonríes y dices: "No sé".
O aquella vez, que te llevaron arrastrado a visitar a tu abuela, llegaste con tu mejor cara, te comiste todo lo que te dio (aumentaste unos diez kilos) y además te quedaste viendo un rato la novela con ella, y cuando ya es hora de irse, al momento de despedirse, consigue algo que no le gusta de ti (ya sea de tu atuendo o actitud), no sabes reaccionar, respondes con un tono chocante o mas elevado de lo normal, y ya se olvidaron todos de como te portaste en la tarde (ni te atreves a recordárselo, solo empeoraría la situación y te van a recordar que es tu deber como nieto comportarte así) y te están gritando todo el camino de casa de tu abuela a la tuya.
Después del regaño por ser un desconsiderado con tu abuela, piensas que no hay nada peor, pero te equivocas: eres el copiloto mientras tu mamá va manejando y ves que un carro viene muy pegado, así que decides decirle "cuidado", acto seguido: te estará gritando hasta llegar a su destino, repitiéndote como no puedes hacer eso, que casi no le causas un infarto y que es peligroso para el conductor; tomas nota, para la próxima decides quedarte callado. Unos días después estas con tu mamá, ella está intentando entrar en un puesto que es demasiado pequeño para el carro que tiene, pero decides no decir nada, para evitar los gritos, te distraes un par de segundos, y sientes el impacto, un tubo, casi invisible, clavado en el guardafangos de tu mamá, sale molesta, ve el choque, y cuando vuelve a entrar el carro te empieza a gritar, ¿Como se te ocurre no avisarle?, “no sé mamá, estaba distraído” (IGUAL QUE TU), y no dices mas nada mientras ella te sigue sermoneando y buscando otro puesto.
Recuerdas mantener la calma en estas situaciones, porque así le digas “que lindo vestido, ma” te gritaran por contestón. Cuentas los días para poder ser mayor de edad y poderle decir “YA SOY MAYOR NO ME MANDAS”, aunque sabes que no lo dirás, porque son ellos quienes te pagan la comida y la universidad.
Es que nunca tuvieron nuestra edad, si, puede ser eso (y te lo repites hasta convencerte y sentir compasión por tus padres). El caso es que los amas, y que gracias a ellos desarrollaste niveles de paciencia prácticamente imposibles de alcanzar. Si, ser padre es difícil, lo entendemos, pero ser hijo no se queda atrás.